Qosqo, Capital Sagrada de los Inkas

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IGLESIA DE SAN BLAS

San Blas es hoy un barrio céntrico de la ciudad conocido como el "Barrio de los Artistas", con callejuelas estrechas y retorcidas, muchas de ellas empinadas; en el Inkario fue uno de los más importantes de la ciudad y su nombre era "T'oqo-kachi" ("t'oqo": hueco, "kachi": sal); barrio como los demás habitado por la nobleza Quechua. Al parecer la iglesia fue erigida sobre un santuario Inkásico dedicado al culto del dios "Illapa" que está compuesto por el Rayo, Trueno y Relámpago. Posiblemente la iglesia haya sido estrenada en 1544 por el segundo Obispo de la Ciudad el dominico Juan Solano, aunque según otras versiones debió ser después de 1559 como consecuencia de la provisión de virrey Andrés Hurtado de Mendoza por la cual los "indios" debían construir iglesias para su adoctrinamiento en los barrios donde vivían. Su estructura era simple, con planta rectangular y paredes de adobe, mas luego de los terremotos en 1650 y 1950 la estructura ha sido parcialmente reforzada con paredes de piedra. Cuenta con una sola nave y dos puertas delante de las cuales hay sendas plazas, y un campanario de piedra edificado luego del sismo de 1950 en lugar del original de adobes. En el interior de la iglesia se halla una de las más grandes joyas del arte colonial en el continente: el Púlpito de San Blas; que es filigrana hecha en cedro por manos expertas en el manejo de la gubia. No se conoce con certeza quien o quienes lo ejecutaron, cuanto tiempo tomó el trabajo, ni muchos otros detalles del mismo; sin embargo, el púlpito está allí como mudo testigo de una gran devoción y trabajo dedicado. Existen pruebas suficientes para afirmar que fue mandado a hacer con el peculio del Obispo mecenas Manuel Mollinedo y Angulo por lo tanto fue hacia finales del siglo del siglo XVII; hay serias discrepancias en cuanto a la identidad del artista ejecutante. Muchos aducen que fue obra del más famoso tallista y ensamblador Quechua Juan Tomás Tuyro Tupaq, coetáneo y protegido de Mollinedo y Angulo, quien le encargó la ejecución de numerosas obras; pudo también ser obra de otros artistas contemporáneos de Mollinedo como Martín de Torres, Diego Martínez de Oviedo que hizo el monumental Altar Mayor de la Compañía de Jesús, o el franciscano Luis Montes que hizo el coro de San Francisco; la tradición oral tiene su versión recogida por Ángel Carreño que en los manuscritos de sus "Tradiciones Cusqueñas" tenía consignado el nombre de Esteban Orcasitas como el autor del púlpito; pero, para la 1a. edición de su libro el nombre fue cambiado por el de Juan Tomás Tuirutupa, quien como es conocido fue Quechua y cusqueño pero que de acuerdo a esa versión tradicional fue un tallador leproso de Huamanga (Ayacucho), que en cierta ocasión tuvo en sus sueños la revelación de la "Santísima Virgen del Buen Suceso" quien le dijo que si quería curarse de su lepra debía buscarla en la plazuela de Arrayanpata en la ciudad del Qosqo; luego de un largo periplo y muchas desgracias, un día la encontró pintada en un muro al haberse desplomado el techo de la capilla de "Lirpuy-phaqcha" cayendo de rodillas y bañado en lágrimas la invocó, convirtiéndose el rosario de la virgen en pétalos de rosas con las que se restregó el cuerpo quedando completamente curado; la facción de la pared conteniendo la imagen fue cortada y trasladada al templo de San Blas, acordándose construir un altar y un púlpito para la virgen; el tallador Quechua en gratitud al milagro recibido se comprometió y juró hacer el púlpito sin cobrar un centavo por el trabajo presupuestado en 1400 pesos; obra que le llevó 4 años de ardua labor con madera que fue cortada en la plaza de Kusipata (hoy Regocijo) de un enorme árbol de cedro. Mas, al terminar la obra el tallista faltó a su juramento al pedirle al cura 70 pesos para agasajar a una mestiza cusqueña, y luego de asegurar la imagen superior de San Pablo en el tornavoz del púlpito, dio un paso en falso y cayó falleciendo poco después; sus restos fueron enterrados debajo del púlpito pero tiempo después sacados y su cráneo colocado debajo de la imagen de San Pablo, donde hoy se puede apreciar. Al igual que cualquier púlpito normal, el de San Blas, tiene una base (pedestal), un antepecho (tórax o taza), un respaldo, un dosel (tornavoz), y un corredor (entrada). La Base es esférica y está sostenida por una estructura de bronce, contiene ocho bustos humanos que representan a los herejes del catolicismo y son: Martín Lutero, creador del luteranismo y jefe de la reforma religiosa en Alemania; Juan Calvino, fundador del calvinismo en Francia y Suiza; Ulrico Zwinglio, amigo y seguidor de Calvino; Enrique VIII, Rey de Inglaterra negó la autoridad del Papa y creó el Anglicanismo; Isabel de Inglaterra, fue hija y seguidora de Enrique VIII; Arrio, originario de Alejandría y fundador del arrianismo; Focio, junto a Arrio dio lugar al gran cisma de los griegos ortodoxos o cisma de Oriente; Catalina de Bora, esposa de Lutero. Encima, en la Taza se hallan columnas barrocas entre las que se encuentran la imágenes talladas de los cuatro evangelistas, San Mateo, San Juan, San Marcos y San Lucas; y en la porción central la imagen de la "Inmaculada Concepción María Santísima del Buen Suceso". En el Respaldo está grabada en alto relieve la efigie de San Blas, Patrón de la Parroquia, con vestido pontifical; encima de esa imagen está el escudo del obispo Mollinedo y Angulo. En el Tornavoz (amplifica la voz de quien da el sermón) que es bastante exornado se hallan esculturas de los doctores de la iglesia, San Buenaventura, Santo Tomás de Aquino, San Agustín de Hipona, San Gregorio Magno, San Jerónimo, San Bernardo y San Francisco de Sales. Finalmente coronando el púlpito, sostenido por cinco arcángeles aparece la escultura de San Pablo de Tarso (Carreño cree que es Santo Tomás y otros que es Cristo) con un crucifijo en la mano; a los pies de San Pablo se encuentra el cráneo que según se aduce pertenece al autor del púlpito.

El Altar Mayor de la iglesia, es igualmente imponente; tallado en cedro y dorado con hojas de oro, tiene un estilo mixto donde dominan las columnas salomónicas (retorcidas) propias del barroco; fue dorada y posiblemente también ejecutada por Juan Tomás Tuyro Tupaq y su equipo de tallistas, en su porción central se halla la Virgen de la Inmaculada Concepción y encima la imagen de San Blas. Sobre el muro oriental existe otro retablo obra de Tuyro Tupaq y su hijo Mateo hacia 1678, corresponde al de la "Virgen del Buen Suceso". Hay otros retablos que corresponden a San Blas, San José y un Cristo moreno conocido como el "Señor de la Agonía" que posee brazos y cabeza articulados (se pueden mover), su color oscuro es porque está recubierto con pergamino de llama. Sobre las paredes laterales se observan 8 lienzos anónimos con impresionantes marcos dorados, representan el martirio de San Blas, Obispo de Tucumán. Dentro del baptisterio existe un lienzo de un Cristo con evidente cuerpo femenino; hacia la derecha de la entrada una cruz torcida de una sola pieza de madera de Chachacomo (un árbol nativo de los andes). La iglesia ostenta además, un coro alto con balaustradas de cedro dorado.