Qosqo

Qosqo

Capital Sagrada de los Inkas

 

FIESTAS Y FESTIVIDADES ACTUALES EN EL QOSQO

CRUZ VELACUY

La Fiesta de la "Velación de la Cruz" o "Cruz Velacuy" se desarrolla anualmente en esta zona de los Andes peruanos cada 3 de mayo; su objetivo principal es el de rendirle culto a las cruces que existen por cientos en nuestra región. Su origen se remonta a las primeras décadas el siglo XVIII, cuando era una festividad privada o familiar relativamente modesta sin la fastuosidad que hoy ostenta. La Cruz es el símbolo del cristianismo; es a su vez para los católicos la representación de la pasión de Jesucristo. Luego de producirse la conquista, la Cruz fue uno de los elementos de lucha ideológica para evangelizar a los americanos y también para facilitar su sumisión, así, su adoración y uso fueron obligatorios en el nuevo mundo; los "extirpadores de idolatrías" (sacerdotes católicos) al destruir los santuarios inkásicos ("idólatras" y "paganos") tuvieron especial cuidado en colocar cruces en su lugar; aunque, en casi la generalidad de los casos el andino simplemente creyó tener un elemento de culto más para su religión panteísta; Takahiro Kato, da un ejemplo de ello y a la letra dice, "En 1746, o sea unos 35 años después de la inauguración de la misma, en la iglesia de San Francisco se negó la misa para la celebración, porque desde el principio, la fiesta tenía componente ideológico sumamente autóctono...

...la iglesia católica rehusa la misa solamente cuando choca con la doctrina cristiana y también por el hecho que el Cruz Velacuy contenía algunos elementos andinos, la celebración, sin duda alguna, se habría modificado a un rumbo desfavorable para la iglesia católica...".

Todo parece indicar que hasta mediados de nuestro siglo el Cruz Velacuy no tuvo una real importancia en el calendario festivo de nuestra ciudad; y que más bien, según Kato, es a partir de 1950, después del terremoto que asoló la ciudad que empiezó a ganar popularidad en el medio urbano, ya que con anterioridad ésta era considerada una festividad rural o de "indios"; otra razón para su práctica casi generalizada en la ciudad sería la gran migración a ésta existente en las últimas décadas, los campesinos llegan a la ciudad con todos sus usos y costumbres y así el Cruz Velacuy primigeniamente rural se hace cada vez más imponente en el Qosqo.

Aquí se distinguen básicamente dos tipos de cruces: las movibles y las inamovibles; las movibles son casi siempre de madera y en los diferentes actos de la festividad pueden ser transportadas en procesión a diversos lugares; las inamovibles generalmente están labradas en piedra o manufacturadas en concreto, casi siempre están en las proximidades de iglesias, por su naturaleza no pueden ser transportadas, por lo tanto todas las ceremonias en su honor se hacen "in situ". Para la celebración de las cruces, normalmente se tiene un mayordomo o "carguyoq" o sea la persona que aceptó "voluntariamente" a organizar y costear la mayor parte de los gastos para la celebración, quien casi siempre es una persona con recursos y propietaria de una casa donde se levantará un altar para alojar la Cruz. El 2 de mayo es el "día de la bajada" es decir el día cuando la Cruz es trasladada del cerro o santuario donde se encuentra hacia la casa del mayordomo, donde es recibida con los honores de tradición; esa misma noche se lleva a cabo la "velada" que es acudida por todo el barrio, los mayordomos pasados, familiares, etc. Se enciende una fogata delante del altar y posteriormente se tienen danzas folklóricas diversas, se bebe ponches con aguardiente o pisco; a la media noche se toma caldo de gallina o cordero y después la alegría continúa al compás de una orquesta que toca temas populares para todos los asistentes, que danzan muy animados y estimulados con buenas dosis de alcohol; esa noche también se da a conocer al mayordomo para el próximo año; la fiesta se prolonga hasta el amanecer.

El 3 de mayo, que es el "día central" la Cruz es bien ataviada con vestimenta nueva que seguramente fue donada por el mayordomo o algún cofrado y luego se tiene una "misa de fiesta" en la iglesia más cercana, para lo cual la Cruz es trasladada en procesión acompañada de una banda de músicos para que "escuche misa". Más tarde la Cruz vuelve al "cargo-wasi" o casa del "carguyoq" donde es colocada una vez más en su altar; al medio día los mayordomos ofrecen un almuerzo de fiesta y por la tarde la algarabía continúa. Al día siguiente se lleva a cabo el "kacharpari" o fiesta de despedida; por la mañana se celebra la "misa de despedida" y por la tarde la Cruz es transportada hasta su ubicación habitual y allí, delante de ella se come, danza y bebe ostentosamente.

Un aspecto oscuro en estas fiestas es que algunos lugares alejados, durante las celebraciones varones y mujeres beben alcohol en demasía, en muchos casos hasta perder la conciencia, lo que muchas veces conduce a perder los papeles, desinhibirse, tener un comportamiento promiscuo y aún tener relaciones sexuales con parejas desconocidas o ajenas. Luego de 9 meses es posible que alguna mujer soltera llegue a tener un niño como resultado de la fiesta, será un niño que no tiene apellido paterno y al inscribirlo en el registro oficial la mujer dirá simplemente que se trata de un "fiesta wawa" o sea un "hijo de la fiesta"; el registrador al enterarse que fue concebido en la fiesta de la Cruz es muy probable que le de al niño el apellido de "Cruz" o "Santa Cruz".

CORPUS CHRISTI

La Festividad del "Corpus Christi" ocupa un lugar preponderante en el calendario festivo de la ciudad, es una de las fiestas religiosas más fastuosas en todo el país por lo que para esta ocasión la ciudad se ve muy concurrida por gentes venidas de otros confines. El origen de esta festividad se remonta hacia el año 1247, cuando en San Miguel de Lieja (Bélgica) fue celebrada por primera vez. "Corpus Christi" significa "Cuerpo de Cristo" y fue instituida para conmemorar solemnemente la institución de la Sagrada Eucaristía que a su vez representa el Cuerpo de Cristo; debe llevarse a cabo el jueves siguiente a la octava de Pentecostés, es decir, el jueves siguiente a la fiesta de la Santísima Trinidad; este día llega a ser el jueves contando nueve semanas después del Jueves Santo. Fue establecida en esta zona de los Andes después de 1533 pero instituida oficialmente en el Qosqo por el virrey Toledo en 1572, mediante sus célebres "Ordenanzas".

En época prehispánica existían fiestas importantes en cada mes del año; el Inkario se caracterizó por ser una sociedad agrícola, tranquila y relativamente armoniosa que tenía fiestas relacionadas con su actividad principal y sus divinidades ancestrales. Es evidente que la más grande fiesta del Inkario fue el "Inti Raymi" o "Fiesta del Sol", llevada a cabo exactamente en el Solsticio de Invierno en el Hemisferio Sur, es decir el 21 de junio de cada año. Era una celebración religiosa desarrollada en la Plaza Principal de la ciudad en honor al "Tayta Inti" o "Padre Sol" y en presencia de los "mallki" de todos sus hijos, vale decir en presencia de las momias de todos los Inkas o Reyes del Tawantinsuyo, además de otros antepasados. Las momias eran llevadas en procesión ricamente ataviadas con muchas joyas y adornos en andas o literas especiales hechas en metales preciosos (el culto a los "mallki" se conocía como "Onqoy Mita"); después de la ceremonia religiosa se tenía un festín con abundante comida, bebida y danzas en otro sector de la Plaza. Los conquistadores llegaron al Qosqo en 1533 e inmediatamente después instituyeron el Corpus Christi pero fue recién casi después de 40 años que se oficializó para cambiar la festividad "pagana" de los "indios", que casualmente se llevaba a cabo por la misma fecha. Se ordenó que los naturales y sus jefes participaran activamente en las celebraciones, sacando de cada parroquia dos o tres andas, pendones y otros elementos rituales; se debió obligar a los "indios" a concurrir a la procesión para "evitar borracheras", etc. Garcilaso Inca de la Vega, quien fue testigo presencial del Corpus Christi en los primeros años del coloniaje, indica que en la mencionada procesión participaban todos los nobles Quechuas de la región acompañados de toda su parentela, "...Traían todas las galas, ornamentos e invenciones que en tiempo de sus Reyes Incas usaban en la celebración de sus mayores fiestas; cada nación traía el blasón de su linaje, de donde se preciaba descender.

Unos venían (como pintan a Hércules) vestidos con la piel del león, sus cabezas encajadas en las del animal, porque se preciaban descender de un león. Otros traían las alas de un ave muy grande que llaman cúntur, puestas a las espaldas, como las que pintan a los ángeles, porque se precian descender de aquella ave. Y así venían otros con otras divisas pintadas, como fuentes, lagos, sierras, montes, cuevas, porque decían que sus primeros padres salieron de aquellas cosas. Traían otras divisas extrañas, con los vestidos chapados de oro y plata. Otros con guirnaldas de oro y plata; otros venían hechos monstruos, con máscaras feísimas...". En otro pasaje del libro octavo de su Historia General del Perú dice, "Los indios de cada repartimiento pasaban con sus andas, con toda su parentela y acompañamiento, cantando cada provincia en su propia lengua particular materna, y no en la general de la Corte, por diferenciarse las unas naciones de las otras.

Llevaban sus atambores (sic), flautas, caracoles y otros instrumentos rústicos musicales. Muchas provincias llevaban sus mujeres en pos de los varones, que les ayudaban a tañer y cantar.".

Es inobjetable que lo inkásico y en especial el Inti Raymi tuvieron una fuerte influencia en el desarrollo de la festividad en época colonial, interpretando lo descrito por Garcilaso se deduce que los dioses ancestrales del Inkario estuvieron siempre presentes, nos habla de disfraces y divisas con formas de "leones" refiriéndose a los pumas, de cóndores, de fuentes o "phaqchas", lagos, sierras, montes, cuevas, etc.; elementos divinos del panteísmo andino. Los Quechuas al ser presionados por la Iglesia Católica para cambiar sus dioses optaron por disfrazarlos de Vírgenes y Santos, así se consideraba que la "Pacha Mama" o "Madre Tierra" estaba representada por la Virgen María que a veces se identificaba también como la representación de la Luna, el "Tayta Inti" o "Padre Sol" por Jesucristo quien normalmente era representado no con una aureola sino con un sol alrededor de la cabeza, el Dios "Illapa" constituido por el Rayo, Trueno y Relámpago se convirtió en Santiago Apóstol, etc.; por otro lado, es inobjetable que el andino se encontró perplejo ante la superposición de dioses, los sacerdotes católicos conocedores que las montañas eran consideradas divinidades especiales colocaron cruces en sus cumbres, así el nativo de estas tierras por la presión religiosa colonial debió adorar las cruces manteniendo un oculto pero siempre presente respeto y adoración hacia el "Apu" de la montaña. De esta manera se inició con el sincretismo religioso que sobrevive aún en nuestros días; aunque teórica y oficialmente se aduce que el Perú es un país católico, en la práctica la religión inkásica es también vigente en los Andes no solo del Perú, sino también de Bolivia y Ecuador.

Hoy, la festividad es importante en la población común y corriente que habita en la jurisdicción de las diferentes parroquias del Qosqo; los preparativos se inician con semanas y aún meses de anticipación para lo que existe una organización tradicional comandada por el mayordomo ("carguyoq") que es la persona que aceptó el cargo, la responsabilidad y obligación para costear la mayor parte de los gastos de la festividad que entre otros incluye misas, vestimenta nueva para la Virgen o el Santo de la Parroquia, el contrato con una banda de músicos ("q'aperos") para acompañar la procesión, una orquesta típica para la celebración de la fiesta, comida para los invitados, aguardiente, chicha y cerveza, recordatorios, etc. En muchos casos los gastos son compartidos con otras personas que fueron comprometidas para ello mediante la "hurk'a", es decir, el sistema mediante el cual se visita a una persona con panes de trigo enormes como regalos para que al aceptarlos adquieran el compromiso a donar o pagar algo para la fiesta.

El día miércoles o día anterior al Corpus Christi se realiza la "entrada" de las imágenes que salen en procesión de sus parroquias acompañadas del cura, los vecinos, los mayordomos que portan en el pecho las "demandas" que son distintivos o estandartes a veces de plata con la imagen de la Virgen o Santo, para dirigirse a la Catedral donde la imagen será depositada hasta el día siguiente en que se realiza la procesión principal. En esta "entrada" de santos es célebre y espectacular la "carrera" que emprenden San Sebastián y San Jerónimo para tratar de llegar primero a la Catedral de la ciudad; temprano de madrugada parte la imagen de San Jerónimo desde el distrito del mismo nombre distante a unos 10 Kms. en el distrito de San Sebastían a unos 5 Kms. la imagen del pueblo ya está en la pista, y así a la llegada de la otra imagen se inicia una loca carrera por la Avda. de la Cultura hacia la Plaza de Armas; para abrirse campo por la pista en muchos casos los cargadores de las imágenes que están animados con buenas dosis de alcohol inician grescas con palos y piedras que muchas veces producen lesiones múltiples. En la Plaza de Armas se han levantado altares bastante grandes y adornados con espejos, banderas, flores, ramas de árboles, algunas imágenes, etc.; otrora, esos altares eran más numerosos y ostentosos, adornados con frontales de plata, lienzos de Escuela Cusqueña, imágenes en bulto, etc. En este día, en las cercanías de la Plaza de Armas muchos comerciantes han colocado sus stands de comida típica para los asistentes a la "entrada", donde se sirve el tradicional "Chiri Uchu" o "Ají Frío" que consiste en pequeños trozos de cuy asado, pollo, ch'arki, embutidos, cau-cau, queso, torrejas de harina de maíz, maíz tostado, qocha-yuyo y rocoto; otros stands también sirven chicharrones, anticuchos, etc.; y por supuesto, cantidades industriales de cerveza y chicha. Luego del ingreso de las imágenes a la Catedral, el pueblo dará rienda suelta a sus gustos gastronómicos y su sed de alcohol.

El día principal del Corpus Christi se percibe mucha actividad desde las primeras horas de la mañana; dentro de la Catedral se celebran muchas misas para los diversos Santos y Vírgenes, a eso de las 10:30 a.m., el Arzobispo de la ciudad celebra una Misa Pontifical o Te-Deum, luego de la cual se dará inicio a la procesión. Preside la procesión la Carroza de Plata conocida también como Templete o Baldaquino en cuya porción central sostiene al sol de oro de la Custodia que a su vez representa el Santísimo, delante del cual permanece el Arzobispo de rodillas. El Templete fue mandado a construir por el Obispo Fray Bernardo de Serrada en 1733 utilizando parte de un legado del Deán doctor Francisco de Goyzueta Maldonado, tiene su marco en madera de cedro y recubierto con planchas de plata repujada; hoy en día sale en procesión sobre un vehículo motorizado; detrás siguen la autoridades de la ciudad, delegaciones de instituciones diversas y colegios, etc.

Después de la procesión del Santísimo, aproximadamente al medio día, se inicia con la procesión de Santos y Vírgenes en la Plaza de Armas donde se han congregado quizá unas 50 ó 60 mil personas. La tradición tiene un orden establecido para la procesión, de tal modo que el orden de salida de las imágenes en los últimos años es el siguiente:

1.- San Antonio de la parroquia de San Cristóbal;
2.- San Jerónimo de la parroquia del distrito de San Jerónimo;
3.- San Cristóbal de la parroquia de San Cristóbal;
4.- San Sebastían de la parroquia del distrito de San Sebastián;
5.- Santa Bárbara de la parroquia del distrito de Poroy;
6.- Santa Ana de la parroquia de Santa Ana;
7.- Santiago Apóstol de la parroquia de Santiago;
8.- San Blas de la parroquia de San Blas;
9.- San Pedro de la parroquia de San Pedro;
10.- San José de la parroquia de Belén;
11.- Virgen de la Natividad de la parroquia de Almudena;
12.- Virgen de los Remedios de la iglesia de Santa Catalina;
13.- Virgen Purificada de la parroquia de San Pedro;
14.- Virgen de Belén de la parroquia de Belén;
15.- Virgen de la Inmaculada Concepción llamada también "La Linda" de la Catedral.

Luego de la procesión de imágenes, éstas son guardadas dentro de la Catedral donde permanecerán hasta la "octava", es decir hasta ocho días después del Corpus Christi. El día de la "octava" se inicia con otra procesión del Santísimo seguido por los diversos Santos y Vírgenes que retornarán a sus parroquias de origen una vez concluida la procesión. Ya en la parroquia de la imagen, en la efervescencia de la fiesta y en medio de la algarabía con música y alcohol, se comprometerá al nuevo mayordomo o "carguyoq", vale decir a la persona que costeará los gastos de la festividad para el próximo año.

INTI RAYMI

El "Inti Raymi" o "Fiesta del Sol" fue sin duda la más grande, importante, espectacular y ostentosa festividad que se tuvo en época prehispánica; estuvo destinada a rendirle culto al Sol o "Inti" conocido también en ciertos sectores como "Apu P'unchau" o "Dios del Día". Se debió llevar a cabo el 21 de junio de cada año, vale decir en el solsticio de invierno del Hemisferio Sur, en la gran Plaza Principal del Qosqo. En la Mitología Andina se consideraba que los Inkas eran descendientes del Sol por lo tanto anualmente se debía rendirle pleitesía con un celebración suntuosa, además, la fiesta era llevada a cabo al final de la cosecha de tubérculos y maíz para agradecerle por las abundantes cosechas o en su defecto para pedirle mayores cosechas en la próxima temporada. Por su parte, es en los solsticios cuando el Sol se encuentra en el punto más lejano de la tierra o viceversa, y es en esta fecha cuando los Quechuas debían llevar a cabo rituales diversos para pedirle al Sol que no abandone a sus hijos.

Los preparativos debían llevarse a cabo en el Qorikancha o Templo del Sol, en el Aqllawasi o Casa de Mujeres Escogidas y en el Haukaypata o Wakaypata que era el sector nororiental de la gran Plaza Principal (actual Plaza de Armas); días antes de la ceremonia se debió practicar entre la población entera ayunos y abstinencia sexual. Antes del amanecer del 21 de junio, la nobleza cusqueña presidida por el Inka y el Willaq Uma o Sumo Sacerdote, estaba emplazada en el Haukaypata (la porción ceremonial de la Plaza), la población noble restante ubicada en el Kusipata (la porción suroccidental); para ello se habían traído los "Mallki" o momias de sus ancestros nobles que eran colocadas en sectores privilegiados para que así pudiesen presenciar toda la ceremonia. A la salida del Sol la población debía saludar al Dios Sol con la "much'ay" ("mocha" en su forma españolizada) emitiendo besos sonoros ofrecidos simbólicamente con las manos; luego de aquello se entonaban cánticos solemnes a media voz que luego se transformaban en sus "wakay taky" o canciones con llanto, llegando así al clímax emocional y religioso. Posteriormente el Hijo del Sol, es decir el Inka tomaba en sus manos dos vasos ceremoniales de oro denominados "akilla" que contenían "Aqha" hoy conocida como "chicha" (cerveza de maíz) elaborada en el Aqllawasi; la bebida del vaso de la mano derecha era ofrecida al Sol y luego vertida en un canal dorado comunicando la Plaza con el Templo del Sol; el Inka bebía un sorbo de chicha del otro vaso que luego era bebida en sorbos por los nobles cerca a él; con posterioridad se ofrecía chicha a todos los asistentes.

Algunos Historiadores aducen que la ceremonia era iniciada en el Qorikancha en presencia de la representación del Sol que estaba hecha en oro bastante bruñido y que a la salida del astro rey lo reflejaba con una brillantez enceguecedora y que después el Inka se dirigía con toda su comitiva a través del "Intik'iqllu" o "Calle del Sol" (hoy calle Loreto) hacia la gran Plaza para presenciar el sacrificio de la llama. En la más importante ceremonia religiosa del Inkario, el Sumo Sacerdote debía efectuar el sacrificio de una llama completamente negra o blanca; con un filudo cuchillo ceremonial dorado denominado "Tumi" debía abrir el pecho del animal y con las manos extraerle el corazón palpitante, los pulmones y vísceras, para mediante la observación de estos elementos poder predecir o pronosticar el futuro; posteriormente el animal y sus partes eran completamente incinerados. Después del sacrificio, el Willaq Uma debía producir el "Fuego Sagrado" que había sido extinguido antes de la fiesta, el sacerdote colocado frente al Sol debía recibir sus rayos en un medallón dorado y cóncavo que además contenía algún material suave o resinoso para así producir el fuego que debía conservarse durante todo el año siguiente en el Qorikancha y el Aqllawasi. Posteriormente se debía consumir el "Sanqhu", una especie de "pan sagrado" preparado en base a harina de maíz y sangre de la llama sacrificada, su consumo era enteramente religioso a la manera de una hostia cristiana.

Concluidas las diferentes etapas rituales de Inti Raymi, la población entera se apostaba en el sector suroccidente de la Plaza denominada "Kusipata" o "Sector de la Alegría" (hoy Plaza del Regocijo) donde luego de alimentarse la gente se entregaba a la diversión con música, danzas y abundante chicha.

En la actualidad anualmente se escenifica el Inti Raymi en el "Chukipanpa" o la explanada de Saqsaywaman, el día de San Juan que es el 24 de junio, considerado también como "Día del Indio" o "Día del Campesino"; fue establecido en el calendario festivo del Qosqo a partir de 1944 gracias al entusiasmo cusqueñista del Dr. Humberto Vidal Unda.


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